Ponencia:

La prohibición de las plantas psicoactivas desde la perspectiva de salud pública


Guus Zwitser

La política actual del gobierno mexicano hacia las drogas es, de acuerdo con la tendencia que hoy en día suele seguir existiendo a nivel mundial, una política basada en el prohibicionismo. Bajo el esquema de la prohibición, se clasifican las drogas en función del riesgo que forman para la salud pública. En México, la Ley General de Salud determina el estatus legal de una gran variedad substancias psicoactivas. De acuerdo con esta Ley, el peyote y los hongos psilocibios, entre otras, son substancias psicotrópicas “que tienen valor terapéutico escaso o nulo y que, por ser susceptibles de uso indebido o abuso, constituyen un problema especialmente grave para la salud pública”; por lo tanto, queda prohibido “[l]a siembra, cultivo, cosecha, elaboración, preparación, acondicionamiento, adquisición, posesión, comercio, transporte en cualquier forma, prescripción médica, suministro, empleo, uso, consumo y, en general, todo acto relacionado con [estas] substancias psicotrópicas o cualquier producto que los contenga”. La principal fuente del gobierno mexicano para justificar esta política de salud son las Encuestas Nacionales de Adicciones (ENA) y la Encuesta Nacional de Consumo de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) 2016. Mediante un análisis de los datos y metodologías de estas herramientas gubernamentales, se busca argumentar por qué la prohibición del peyote, los hongos, así como de otras substancias, no es justificable desde una perspectiva de salud pública.

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