Ponencia:

Coca con Dignidad y Soberanía


Brigida Virginia Quiroga Ramos

La masticación de hojas de coca o akulliku, era una práctica regular entre los tiwanacotas en importantes asentamientos en los campos de cultivo de coca de los Yungas. Una evidencia de ello es el descubrimiento de cerámicas, huesos de llama utilizados para su alimentación y otros. En Bolivia la coca no solamente es una planta, sino una madre, una abuela sagrada que nos acompaña en todas nuestras actividades en la comunidad y en las ceremonias, como una guía para nuestro caminar. Es además un poderoso alimento, y también curativa para muchas enfermedades. Más allá de sus propiedades ampliamente estudiadas y comprobadas, la hoja de coca es un espíritu unificador. Akullikar es una forma de resistencia; la hoja de coca significa ser indígena, tener buenas costumbres y buenas intenciones, significa Vivir Bien. En 2008 el gobierno de Bolivia anunció que haría uso de su derecho como pueblo Andino-Amazónico de solicitar el  respeto de la comunidad internacional a la cultura del akulliko, para asumir el control de sus propias instituciones, formas de vida y de su desarrollo económico. Bolivia reivindico el derecho del akulliko. La hoja de coca es protegida por la Constitución Política del Estado y con ello también se ha reafirmado el compromiso en el abordaje en la problemática mundial de las drogas, bajo los principios de autodeterminación, soberanía, dignidad, respeto a los derechos humanos, al medio ambiente y la responsabilidad compartida con la comunidad internacional. 

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